3. ¡La letra con sangre no entra!
- elenasilion
- 11 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 6 ene 2019
''El cerebro solo aprende si hay emoción.''- Francisco Mora
Nuestra tercera sesión ha sido dedicada al área de la Neurodidáctica. ¿Y qué es eso de la Neurodidáctica? Es una disciplina que adapta el proceso de aprendizaje a las etapas de desarrollo de nuestro cerebro. Los aspectos claves para aplicarla en el aula son los siguientes (mirar mapa conceptual de la Tarea 2): la plasticidad cerebral, los juegos, la cooperación entre los alumnos, la emoción, la memoria, las funciones ejecutivas, la motivación, la atención y el ejercicio físico. Trabajando cada uno de ellos podremos conseguir que esta disciplina se convierta en un cambio de la educación a la que solemos estar acostumbrados.
Durante esta entrada me voy a centrar en la emoción. El docente tiene que saber transmitir los conocimientos de tal manera que consiga en el alumno una emoción por aprender. Esta demostrado que los conocimientos que se adquieren son procesados por el hemisferio derecho de nuestro cerebro, lado donde se encuentran las zonas relacionadas con la creatividad y las imágenes. Por consiguiente, las típicas clases magistrales que hemos estado recibiendo desde pequeños, donde el profesor se limita a dar un discurso apoyándose solamente en el lenguaje verbal, no captan la atención del alumnado.
Lamentablemente, durante la mayoría de las etapas de educación, los alumnos se limitan a ser unos receptores pasivos de la información que se quiere transmitir. Es por ello que su motivación por aprender se ve disminuida. En cambio, si se usasen otros recursos adaptados a cada asignatura, tales como vídeos, debates, proyectos en grupo,... estimularíamos a los estudiantes a reflexionar sobre lo que están aprendiendo, despertaríamos su curiosidad y se verían más implicados. Un ejemplo de ello son las clases de Física y Química. Cuando las clases, aparte de una explicación teórica, se acompañan de prácticas en el laboratorio nos vemos más activos y los conceptos los captamos de manera más rápida, ya que lo hemos visualizado.
En conclusión, debería ser obligatorio que los docentes reciban una formación en este área para que cambien el concepto que tienen de dar clases y poder conseguir así mejores resultados en sus alumnos, tanto en su vida escolar como personal.

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